



Los orígenes
Pete Docter, alrededor de 2004, empezó a escribir la trama con la ayuda de Thomas McCarthy y Bob Peterson. Docter engendró la idea a partir de sus propios recuerdos; construyó una metáfora en base a la casa flotante, una metáfora de lo difícil que fue para Docter crecer, pues cuando era joven sentía constantemente deseos de querer «apartarse de todo el mundo».
Para elegir el concepto narrativo, se hicieron la pregunta: «¿Cómo define alguien lo que es una aventura?», lo cual les llevó a pensar si una aventura consistía solamente en andanzas importantes, o si realmente podía presentarse en algo más simple que ayudara a dar rumbo a la vida de una persona. Así fue como definieron la historia de amor entre Carl y Ellie, que sirve como eje argumental del film.
En cuanto a los personajes, nuestro análisis se basa principalmente en Carl, ya que en él se centra toda la historia. Aunque la historia gire entorno a Carl, también comparte protagonismo con otros dos personajes: Russell, un niño que lo acompaña en su viaje a las Cataratas Paraíso, y Ellie, que aunque no esté de cuerpo presente, siempre está en la mente de Carl y su mero recuerdo le permite progresar para lograr su sueño.

Borrador de Carl y Russell huyendo del villano Charles F. Muntz


CARL
Docter comentó: «Peterson y yo nos sentamos y comenzamos a lanzar ideas al azar. Un hombre malhumorado y gruñón de alta edad, fue algo realmente atractivo para los dos; sentimos como si hubiera un montón de posibilidades para entretener ahí». Eligieron al protagonista tras dibujar a un anciano gruñón con globos sonrientes.
En el primer borrador, Carl quería reunirse con su esposa en el cielo. Era una especie de misión suicida. Una vez que se elevaba en el cielo, no se sabía que podría ocurrir después, así que tuvieron que darle algún propósito a Carl.
Por lo tanto, se agregó a la trama el sueño del personaje de llegar a las Cataratas del Paraíso. Lo escogieron porque querían un sitio en donde Carl estuviera atrapado con un niño, sin que pudiese dejarlo encargado con alguna autoridad, como un policía o un trabajador social. De esta forma, surgió la idea de incorporar a un niño en el guión. La relación de Carl con Russell refleja cómo el primero no está realmente listo para el torbellino que resulta ser un niño.

El mensaje
El propósito de Carl resulta ser un sueño nunca totalmente cumplido, ya que sin Ellie no representa lo mismo. Todo se tambalea cuando aparece Russell, pero aún enloquece más, cuando al llegar a América del Sur, Carl conoce a su ídolo de la infancia, que es completamente opuesto al mito que siempre había glorificado. Finalmente, la lucha contra el villano termina de forma satisfactoria para Carl y Russell.
Up deja un mensaje de ternura y dureza al mismo tiempo; un relato sobre la madurez y un amor inconcluso, representado en Carl tras la pérdida de su esposa, que nos enseña que cualquier sueño es posible.

4 de mayo de 2015, texto y vídeos por Edgar Pérez
